7 cosas que sí y que no me gustan de estar embarazada

 

Vivir en un barrio tan nuevo que apenas hay otra distracción para los niños que el jardín de la urbanización también puede tener un punto bueno. Las migas que he hecho con mis vecinas (también mamás) han sido gordas, y reconozco que las charlas y los momentos que se pasan allí son un buen pasatiempo también para mí.

Madrid es el monstruo que devora sin piedad nuestro tiempo y la calidez de las relaciones de todos los días. El que a veces se carga la naturalidad de verse más a menudo de lo que quisiéramos, peta demasiado las agendas, llena las carreteras de tantos coches que la energía se agota incluso antes de arrancar.  Verse a veces es tan difícil, que los momentos más durillos pueden hacerse más áridos. También la maternidad y el embarazo.

Precisamente éste que estoy viviendo ahora es más engorroso que los anteriores, y contar con esta comunidad de gente localizada físicamente tan cerca está siendo de mucha ayuda.

Y entrando ya en tema, justo con esta gente hablaba el otro día de todo esto que implica estar embarazada. La brutal suma de cambios físicos y psíquicos que vivimos en tan poco tiempo y todo lo que nuestro cuerpo trabaja en el interior para crear de la nada a un bebé en solo 9 meses. Este proceso tan natural que nos ha sido concedido que precisamente por ser tan innato puede resultar tan sencillo a los ojos ajenos e inexpertos. Creo que, como en todo, repetir da una visión más amplia del tema, suma más experiencias, pasas de ser amateur a un poco más pro. Y en contra de lo que pensaba antes, cada embarazo tiene un color distinto del anterior, y es un tono tan fino y personal que solo nosotras lo apreciamos individualmente y comprendemos globalmente.

Hay quienes opinan que estar embarazada es maravilloso y ha sido la mejor etapa de sus vidas, aunque ese día la mayoría de las que estábamos pensábamos que siendo realistas es algo afanoso, con momentos buenos y malos, pero por el que merece la pena pasar porque trae tras de sí el mejor regalo de todos.

Comunicarme y desahogarme es una de las razones de ser de este espacio, y un tema recurrente sobre el que lo he hecho ha sido siempre mi experiencia al ser madre. Hablar desde mi experiencia, sin tapujos no tiene otro objetivo que acercarme más cada día a los que encontráis un ratito para leerme y, reconozco que también encontrarme cada día un poco más. Por eso, hoy me gustaría compartir este conjunto de cositas que me gustan y que no de este proceso que estoy viviendo. Quizás coincidamos en alguna que otra, o quizás no…

 

LO QUE SÍ ME GUSTA:

 

1. Las complicidad y los fuertes lazos que se hacen con otras mujeres.

Se dice que podemos ser traicioneras y malas, pero yo pienso que nadie más que nosotras puede mostrar tanta solidaridad, ayuda y consuelo como otra mujer que está recorriendo o ha recorrido el mismo camino que tú. Generosidad y mucho amor es lo que yo he recibido continuamente de amigas, conocidas, primas y vecinas.

2. Disfruto más de la comida.

Mi apetito, los sabores y el placer de comer ahora se potencian. Cuando no estoy embarazada no siento un especial interés por la comida, por eso durante este periodo se me abre un nuevo universo con el que disfrutar.

3. El pelo y la piel están más fuertes y luminosos.

Y aunque cueste algo más escoger qué ponerse para verse guapa, parece como que la luz la llevas dentro.

4. Esa deliciosa sensación de poder, de que estás creando.

Saber que solo nosotras podemos hacerlo. Esa mezcla de tener una responsabilidad y un privilegio.

5. La energía del segundo trimestre.

Las ganas que me asaltan de cambiar de look la mesa y sillas de comedor, de visitar y reunirme con muchos clientes, de estar segura de que puedo lograr lo que me proponga. Sentirme totalmente on fire.

6. Sentir los movimientos del bebé.

Ser dos en uno por un tiempo, tomar conciencia de que realmente así es, que más allá de las ecografías algo te lo dice cada día.

7. El placer de experimentar más intensamente.

Algo con doble dirección, claro… Pero yo también le saco el lado bueno, porque sentir fuerte y a lo grande lo bonito es maravilloso.  Jamás me ha gustado tanto el baile final de Dirty Dancing entre Patrick Swayce y Jennifer Grey ni me he emocionado tanto con una foto de Emma. Ya véis…

 

LO QUE NO ME GUSTA:

 

1. Sentirme físicamente más vulnerable.

No coger todo el peso que quisiera, tener que pedir más ayuda, deber algo más de cuidado con posibles golpes y caídas. Sobre todo me sucede en sitios masificados, como cuando voy en el Metro o el autobus.

2. Las náuseas y mal cuerpo del primer trimestre.

Esta vez me tocó un mal mal primer comienzo que me arruinó un poquillo las vacaciones de verano. Menos mal que existe el Cariban…

3. El estrés y el miedo de las pruebas médicas.

Quizás, para mi es la peor de todos los aspectos del embarazo. Todas queremos saber que nuestro bebe está sano.

4. Tener que controlar lo que puedes y no puedes comer.

Tanto en cantidad como respecto a alimentos que no se pueden catar. Yo echo mucho de menos el embutido y un vinito. Pero si además eres mayor de 35, la obsesión de los ginecólogos por la báscula se vuelve enfermiza, por el tema de la glucosa.

5. Obviar todo el cansancio y el malestar del mundo porque tienes un niño pequeño al que tienes que atender.

Otra de las partes más duras de este embarazo, sin duda. Ningún embarazo es tan cómodo como el primero.

6. El despiste y los olvidos se apoderan de mi.

En condiciones normales soy una persona a la que no se le pasan las cosas. Pero ahora, por mucho que luche contra ello, mi mente a veces simplemente se desconecta.

7. Todo afecta más.

Aunque creas que no, que te encuentras fuerte y sólida, de repente un inocente comentario puede herirte más de lo normal. De repente hay situaciones que antes toreabas con éxito que ahora te superan.

9 Comments

  1. María

    Hola! coincidí contigo en unas clases de yoga para embarazadas en Cartagena, si coincidimos en muchas cosas, yo tengo dos niñas pequeñas que se llevan poco tiempo y el primer año con las dos fue duro…pero ahora las veo tan igualadas y disfrutar tanto que pienso que todo ha merecido la pena.

    • antojada

      ¡Hola Maria! Lo primero, mil gracias por tu comentario. Me encanta saber de toda la gente que he ido conociendo.
      Me alivia un montón que me digas eso, porque uno de los grandes temores que tenemos es el sentirnos totalmente abrumados con las dos niñas tan seguidas y el perro. Ojalá mi experiencia sea tan positiva como al final ha sido la tuya. Un abrazo fuerte

  2. Hola.
    Yo tuve dos embarazos muy muy seguidos porque mis hijos se llevan trece meses así que imagínate, el primero genial porque no tenía más hijos pero el segundo con un bebé fue…la mayor parte del tiempo olvidaba que estaba embarazada, como apenas tenía tripa y me encontraba bien se me olvidaba. Lo malo fueron las nauseas, que a mí, en ambos casos me duraron hasta el final.
    Coincido en lo de apoyarse entre mujeres, es algo que es difícil de explicar pero está ahí.
    Besos y estás requeteguapa.

    • antojada

      Ostras Marigem…Si que son seguidos, si…
      Imagino todo lo que te tuvo que costar, tanto el embarazo como el postparto. Esta segunda etapa para mi es la más complicada de las dos sin duda.
      Mil gracias por leerme y por tu comentario.
      ¡¡Un beso gordo!!

    • antojada

      ¡Gracias a tí por animarte a escribir este comentario! Para mi vale oro, de verdad.
      Me siento muy feliz de saber que me sientes cercana, porque no deseo más que eso en este espacio. Un abrazo fuerte.

  3. Pepa

    Hola! Me parece super interesante leerte, la verdad es que me haces reflexionar sobre un tema que aún desconozco. Pero lo que cuentas es toda una gran ayuda. Un abrazo!

  4. Pingback: ¿Baby Blues o depresión post parto?

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